Tenemos el gusto de presentarles hoy nuestro pequeño emprendimiento de producción de semillas de huerta. Esta idea surgió hace un tiempo ya, en que yo iba a la semillería de la ciudad, donde sólo tenían las semillas básicas y más comunes, la mayoría vencidas (casi ninguna germinaba) y de paso me contaban que como la semilla era importada y habían restricciones a las importaciones, era imposible conseguir semilla...de zapallo criollo. La semilla de nuestro criollísimo zapallo plomo, importada? Sí, viene de Holanda. En Holanda, donde los zapallos no crecen si no es bajo cubierta, por el frío. Curioso, no? Resulta llamativo que la gran mayoría de la semilla que se siembra en nuestras huertas (a excepción de un par de marcas y las conocidas semillas de ProHuerta) sean importadas, que no se puedan, quieran o permitan producir acá. Hace un año atrás nos presentamos en la exposición de la Sociedad Rural de Tres Arroyos, con unos pocos paquetitos de semillas de zapallos (4 o 5 variedades) que volaron rápidamente de nuestras manos. Este año decidimos volver a estar presentes en dicha expo, pero sumando otras variedades de semillas de propio cultivo, como sandías, melones y pepinos. En un par de días haber vendido 100 paquetitos de semilla, nos llena de orgullo. Y no es para menos, después de estar un año entero trabajando para obtener buenas plantas, buenos frutos, y buenas semillas, seleccionadas, y cultivadas de forma totalmente agroecológica -sin el uso de agroquímicos de ningún tipo- realmente nos reconforta saber que valió la pena.
La semilla, se puede vender?
Hay una gran discrepancia respecto a este punto. Muchos dicen que la semilla es como un patrimonio de un pueblo, de una cultura, y como tal no puede comercializarce, sólo compartirse. Yo no estoy en contra de eso, al contrario, coincido. Pero una cosa no quita la otra. A mi me encanta hacer intercambios de semilla con amigos que viven en otras provincias o países, muy lejos de aquí. También estoy muy agradecido con aquellos que desinteresadamente me han obsequiado semillas, fruto de su trabajo y esfuerzo, y a los que me han apoyado desde siempre con mi huerta; así como también he compartido muchas de mis mejores semillas con colegas y amigos. Pero estar todo el año cuidando las plantas y su producción, preparando abonos, quitando malezas, combatiendo insectos, resguardando plantines de las inclemencias climáticas, haciendo un arduo trabajo de conservación genética y de adaptación de hortalizas a nuestro ambiente, entre otras cosas, es un trabajo considerable que muchos no ven o valoran. En mi caso yo sólo elijo los mejores frutos de las mejores plantas; y de ellos las mejores semillas que se seleccionan individualmente, lo que garantiza que no haya semillas vacías o "vanas". La semilla tiene un proceso de secado -que ya hemos relatado en otro post- y almacenamiento, para luego proceder a realizar pruebas de germinación, cálculos de porcentajes de viabilidad y pureza, mas el posterior fraccionamiento y envasado. Podemos hacer gratis todo esto?
Existen organizaciones, como el ProHuerta, perteneciente al INTA, que son financiadas y las semillas son producidas bajo un sistema de cooperativismo en donde trabaja mucha gente, también por un sueldo. Su trabajo ha sido un éxito y fuente de divisas para muchas familias sanjuaninas. Pero se trata de organizaciones subsidiadas. En nuestro caso, no existe ningún tipo de subsidio, financiamiento, crédito ni nada similar. Es todo esfuerzo propio realizado sobre tierra de la familia, y a una escala muy pequeña, todo bien artesanal, respetando el ecosistema y poniendo mucho amor en lo que hacemos, realizando además un trabajo de divulgación y hasta análisis de cultivares, adaptaciones y rindes como en una chacra experimental, brindando información y recursos a diversos emprendedores. Todo esto se puede hacer gratis? No, sencillamente no.
Citaremos, a modo de ejemplo, el trabajo que estamos realizando con las calabazas "mate" en nuestro huerto. No hay precedentes de su cultivo en la zona, y nosotros venimos evaluando el cultivar en espaldera, en sistema rastrero; en trasplante o en siembra directa, y muchas otras alternativas para evaluar los resultados. Charlando con artesanos del mate locales, me han comentado que debido al cierre de importaciones, ya no llegan las calabacitas que venían antes de Brasil y ahora les cuesta conseguir la materia prima para sus trabajos. Los costos de fletes también encarecen mucho al mate. Si el cultivo se puede hacer acá...por qué importar? En el primer año de cultivo, ya he observado importantes logros, y puedo asegurar que el cultivo se adapta a nuestro clima.
Como esto, puedo relatar muchos trabajos más que se vienen realizando, y que alientan a seguir adelante. Todo tiene un sacrificio, un arduo trabajo; constancia y mucho más que los que estamos en el mismo rumbo, lo saben. Y también todo tiene su recompensa.
Estas son algunas de la variedades de semillas hortícolas que hemos presentado este año, en exposiciones y también en algún comercio local. Nos ha gustado el diseño que muestra las semillas contenidas en el interior del envase, ya que muchas veces nos ha pasado de comprar sobres en semillerías que al abrirlos...no tienen semillas! De igual manera, para el próximo año estamos evaluando cambiarlo para evitar el uso de nylon. Creemos que si en todo el proceso de producción de semillas hemos evitado el uso de químicos y hemos realizado todo lo más ecológicamente posible, el envase debería decir lo mismo. Un paquetito de papel madera impreso sería una buena opción. Quedamos como siempre a disposición de nuestros amigos y colegas, a la espera de comentarios, sugerencias, ideas....ya que esto lo hacemos entre todos! les dejo un abrazo grande, y comparto con Uds. el link de nuestra página en facebook, para que podamos estar más comunicados.
David.-