Es muy divertido (o al menos así lo veo yo!) tener en nuestro jardín o espacio libre algunas plantas de calabacines o zapallitos ornamentales. En muy poco espacio se pueden tener algunas plantas, y como no pretendemos que produzcan frutos grandes, no necesitan una tierra esencialmente rica en nutrientes ni en condiciones especiales. Se siembran al igual que otros zapallos, a principios de la primavera y a los 3 meses aproximadamente, ya estaremos viendo sus frutos. Al no ser por lo general, variedades cuidadas genéticamente de hibridaciones, suelen verse cada año agradables nuevas formas y colores, combinando muchas veces las variedades sembradas el año anterior. Debemos tener cuidado de una cosa: si acostumbramos a producir nuestra propia semilla, tengamos en cuenta que muchos de estos ornamentales suelen hibridar con zapallos comestibles, echando a perder nuestra semilla del año siguiente. Básicamente, nos referimos a los pertenecientes a la especie Cucurbita pepo, que pueden intercambiar genes con calabacines comestibles como ser el Zucchini o el Angola. Y el año que viene...zapallos amaaargos! Les cuento lo que hago yo, para solucionarlo: siembro los Zucchinis bien tempranito, y dejo alguno de los primeros frutos sin cortar, para que maduren y extraerles las semillas; para cuando comienzan a florecer los ornamentales, los Zucchinis ya tienen cantidad de calabacines y así no corren riesgo de cruzarse. Pero eso sí, hay que marcarlos muy bien, cosa de no confundirse los que dejemos para semilla (puros) con alguno que queda en la planta si cortar, posteriormente (probablemente impuro), que siempre alguno se nos escapa!
También hay ornamentales dentro de la especie Cucurbita maxima, pero en su mayoría son comestibles; y las Lagenarias sicerarias (nuestro popular "mate"), que en su mayoría NO son comestibles, pero que no corren riesgo de hibridar con las otras especies. Dichas Lagenarias, sí hibridan entre sí, o sea entre las diferentes variedades o formas que existen (Snake, Dipper, Apple, Bottle, etc...).
Ya publicaremos notas específicas sobre ellas más adelante, hoy sólo queríamos hacer mención de su existencia, para los que recién entran a este fascinante mundo calabacero. En las fotos, todas de nuestra huerta, se pueden apreciar, arriba a la izq. un bicolor (C. pepo), a la der. un mate (L. siceraria); y abajo dos "verrugosos" de diferente forma y color (C. pepo) .